Bill Clinton diría hoy: “Es la comunicación, estúpido”.
Un discurso debe ser sistémico, tener un orden, conceptos claros y coherencia. La precisión en el mensaje es indispensable para construir una identidad y un perfil propio.
Bill Clinton diría hoy: “Es la comunicación, estúpido”.
Un discurso debe ser sistémico, tener un orden, conceptos claros y coherencia. La precisión en el mensaje es indispensable para construir una identidad y un perfil propio.